El momento en que Leo Fender le pidió a Les Paul que apoyara la Telecaster

Nota del editor: El siguiente fragmento se ha extraído del libro de Ian S. Port, The Birth of Loud: Leo Fender, Les Paul, and the Guitar-Pioneering Rivalry That Shaped Rock 'n' Roll, que se lanzó el 15 de enero. El libro de Port retrocede al nacimiento de la guitarra eléctrica de cuerpo sólido e incluye no solo a Leo y a Les, sino a Paul Bigsby, Merle Travis, Muddy Waters y otros pioneros del instrumento nuevo.

En 1947, Leo Fender llevó a Paul Bigsby a la casa de Les Paul en Hollywood, donde escucharon improvisaciones de guitarristas country y western y debatieron sobre cómo la guitarra de cuerpo sólido podría combatir los problemas de volumen y realimentación. Hacia la primavera de 1951, Bigsby se había dado cuenta de que para Merle Travis y Fender el objetivo de su guitarra personalizada, la que pronto se llamaría Telecaster, finalmente había entrado en la fase de producción. Es aquí donde empieza la siguiente sección.


"Si no haces algo, Fender dominará el mundo".

CALIFORNIA, MICHIGAN Y PENNSYLVANIA, VERANO–OTOÑO DE 1951

Encorvado sobre su escritorio en las oficinas de Radio-Tel en Santa Ana, Don Randall veía cómo llegaba un torrente de pedidos de la nueva guitarra eléctrica española de Fender. En marzo él registró que había trabajado de tres a cuatro noches todas las semanas hasta las 10:30 p. m. y aún seguía rezagado. Agotado y emocionado cuando llegó mayo, aun antes de que las guitarras salieran de la fábrica llevando el nuevo nombre Telecaster, Randall se vanagloriaba acerca de la avalancha de pedidos en las cartas que enviaba a sus vendedores. Luego los presionó a que vendieran más.

"Nuestra guitarra española se está vendiendo en cantidades que nos sorprenden a nosotros mismos, pero aún no estamos rindiendo lo suficiente", le dijo a uno. Algunos distribuidores habían pedido la guitarra eléctrica Fender desde hacía tanto tiempo que se sorprendieron cuando llegaron, pero la mayoría se quejó de no haber recibido las guitarras lo suficientemente rápido. A $189.50, más $39.95 por un estuche rígido, la Telecaster era relativamente una ganga, y Fender estaba batiendo los récords de ventas cada mes. Randall creía que la compañía podía desempeñarse aun mejor.

Recordaba la experiencia que vivió cuando caminaba por las ferias comerciales y cómo los más grandes rivales de Fender de la costa este se reían de él, de ver cómo su empresa era casualmente descartada por siquiera soñar con una guitarra de cuerpo sólido. Pero había algo que él sabía que callaría a esos detractores de una vez por todas.

Esa primavera de 1951 no habría mejor patrocinador de la nueva guitarra de Fender que Les Paul, el guitarrero eléctrico más popular de la nación. Poner una Fender Telecaster en las manos estrellas de Paul prácticamente garantizaba un gran volumen de ventas y la aceptación en todo el país, no solo en California y el sureste, donde Fender ya era popular.

Sería un golpe maestro: arrebatar a este guitarrista famoso de empresas consolidadas como Gibson y Epiphone, cuyos instrumentos él siempre había preferido. Dan Randall sabía que Leo y Les mantenían una relación amistosa, y tanto Don como Leo querían desesperadamente que Les adoptara la Telecaster. Así que una noche a mediados de junio Randall viajó para tratar de realizar el sueño.

"Estuve en Los Ángeles el sábado por la noche y hablé con Les Paul", le escribió Randall a un colega el 21 de junio de 1951. "Le dejé una guitarra y un amplificador para que los probara esta semana, y les va a aplicar toda su pericia para luego darme su opinión. Quizás sepas que durante mucho tiempo él ha estado usando uno de nuestros Super Amps. De hecho, parece como si lo hubiera tenido por más de un siglo. Esta semana, él probará un Pro Amp y una guitarra Telecaster, por lo que sus comentarios serán muy interesantes".

Randall dio a Les una Telecaster de dos pastillas de color amarillo traslúcido sin una calcomanía con el nombre, y en el cuello tenía grabada la fecha 10-5-51. Al parecer, Les creyó que la guitarra era más bien un prototipo y no un modelo de producción, lo que más o menos confirmaba la impresión que tuvo Randall, de que no podría esperarse que Les prestara demasiada atención ya sea a la guitarra o al hombre que se la entregaba.

¿Qué se habría podido esperar?

"Esta fue la primera oportunidad que tuve de conocer a Les y de verlo tocar en vivo y, créanme, él es un instrumentista magnífico", escribió Randall. "No obstante, él parece ser un poco egocéntrico. Mary Ford es una persona muy cortés y muy talentosa. Canta preciosamente y toca la guitarra mejor que el noventa por ciento de todos los músicos de la actualidad".

Egocéntrico o no, Les Paul tenía la suficiente importancia que Randall esperó con ansias su veredicto. Más adelante, Les recordó que había una nota de Leo en la Telecaster, en la que le pidió "Mírala [a la guitarra] y piénsalo". Era un instrumento que encarnaba las ideas que Les tanto había defendido: una guitarra de cuerpo sólido que mostrara el camino hacia el futuro.

Leo quería el respaldo de Les, pero quizás el negocio no era su único motivo. Leo habría deseado demostrar a su rival amistoso lo que había estado confeccionando, jactarse, solo un poco, en la forma discreta y práctica con la que hacía todo.

Leo Fender

Los avances que Les, Leo y Paul Bigsby habían discutido en esas tardes en el patio de Les se reflejaron nítida y poderosamente en la Telecaster. Lo que había sido solamente nociones disparatadas, cuasicorazonadas, eran ahora un producto comercial, de precio modesto, de diseño práctico y disponible en tiendas de música en todo el país. Todos habían estado tratando el mismo problema, y Leo creía que lo había resuelto, no solo para los pocos profesionales adinerados, como lo era Bigsby, sino para los guitarristas en todo el mundo.

"Voy en esta dirección", le dijo Leo a Les por esa época, según recuerda Les. "¿Les gustaría acompañarme y ser parte de esto?". Les creía que unirse a Fender podría ser una movida astuta. Leo había comprobado la capacidad de llevar a cabo una idea radical y controversial. La Telecaster se había convertido en una guitarra que los músicos activos ordinarios podían comprar, una que era notablemente distinta a cualquier otra que se colgara en una tienda de música. Les recuerda que una asociación con Leo "en un principio le había parecido una idea genial".

Luego él empezó a contemplar su larga relación ocasional con Gibson, cuyas guitarras le encantaban desde la niñez. La producción en la fábrica de Fullerton, aunque tenía un producto revolucionario, aún era reducida. "No existía la Fender en ese entonces", comentaba Les a un entrevistador, lo cual, si bien es inexacto, sugiere el exiguo impacto nacional de Fender. "Lo único que había eran los planes de Leo".

Una década atrás Gibson había rechazado la idea que Les había propuesto para la Log, y Les entonces tocaba en su mayoría Epiphones que él mismo había modificado, pero aún sentían un lazo con la prestigiosa fábrica de Michigan. De manera significativa, Les también había decidido que en realidad no le gustaba tanto la Telecaster de Leo. El sonido que emitía era demasiado claro y agudo para su gusto. El diseño era demasiado simple, directo y desafortunado. La Fender era la guitarra del hombre común, y Les siempre se había considerado a sí mismo como alguien extraordinario.

Cuando Leo fue a preguntar a Les qué opinaba acerca del instrumento, y puso sobre la mesa la posibilidad de un respaldo, Les le tenía malas noticias. "Le dije a Leo: 'Caray, eh, he tenido una excelente relación con Gibson durante todos estos años, y forma parte de la fábrica de instrumentos musicales más grande del mundo, y quisiera intentar de nuevo diseñar una guitarra con ellos antes de hacer una jugada'".

Les simplemente no estaba listo para rendirse ante Gibson, aunque Gibson se riera de su última idea grandiosa. En su autobiografía, Les afirma que Leo comprendió esta decisión. "Estuvo de acuerdo con que yo no quisiera embarcarme abruptamente en un proyecto nuevo".

Pero Les no solo rechazó el respaldo. Él decidió usar la innovación de Leo de una forma que cambiaría su relación para siempre. Según la versión de Les, él trató de blandir la guitarra de cuerpo sólido de Fender como influencia para lograr que Gibson fabricara el tipo de instrumento que él quería. Después de analizar la Telecaster, Les afirma que llamó a Maurice H. Berlin, presidente de la empresa matriz de Gibson, y le contó acerca de la guitarra.

En una reunión posterior, según Les, Berlin le pidió que opinara sobre la Telecaster. Les trató de insinuar la idea al ejecutivo: "Creo que la guitarra de cuerpo sólido va a ser muy importante", le dijo a Berlin. "Y si no haces algo, Fender dominará el mundo".

Extraído de The Birth of Loud: Leo Fender, Les Paul, and the Guitar-Pioneering Rivalry That Shaped Rock 'n' Roll de Ian S. Port. Copyright © 2019 por Ian S. Port. Extraído con autorización de Scribner, una división de Simon & Schuster, Inc.

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